viernes, 28 de noviembre de 2008

Magalúmina/II







He soñado con los mimos. He despertado con el sueño pegado al cuerpo, sacudida por el ventilador nocturno.
He visto la rambla vaciarse y volverse a llenar lentamente... de personas, de flores azules. Otoño-invierno-primavera y sueños.
En la tierra de los sueños, mi nombre es Magalúmina.
Aquí en el medio está mi vestido. Las sandalias de cuero o los zapatitos negros de charol. Están las paredes repletas de libros y el "pin" de vendedor(a).
He soñado que volaba
como un águila sobre el agua. Me tiraba con brazos abiertos
desde una terraza altísima
de rascacielos.
Y ella de mi mano me invitaba al abismo, al borde.
Sobre el campo y las gentes
entre los árboles. Volaba.
He despertado volando
bajar la escalera
cruzar la calle
ir hasta el almacén
volando.
Mi nombre es Magalúmina en la tierra de los sueños.
Aquí en el medio descubro
que también vuelo.

jueves, 30 de octubre de 2008

Magalúmina/I




Mi nombre es Magalúmina en la tierra de los sueños.


Esa tierra que enlaza mundos. Desde aquí: la letra, la idea-imagen, la transformación, el cuerpo, el papel y el rol, lo externo. Y desde muy aquí: la cascada de impulsos que mueve la mano, los sentimientos que se vuelan de la cabeza descontentos con la gramática insuficiente, el amor, el escalofrío, la magia y la luz; el interior.


Todo es materia.


Todo es aéreo, imaginario.


Mundos dentro de mundos que colisionan, se miran, danzan juntos por la calle de la ciudad.


Desde ahí afuera el ¡tum! que sacude las piernas-alas aunque no puedan saltar.


El humo viciado que miente verdades, las luces de colores con una campana que pasa... un tren que circula por el cuadrado incansable. Una mujer limpia la vereda, un perro se rasca la cola, el joven en bicicleta, el olor a recién hecho de la panadería y mi reflejo de reojo que escapa a las vidrieras.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Noche gris de sueños líquidos

VERSION/1

Noche gris de sueños líquidos
Espejo de estrellas ausentes
Detrás del cuerpo, el cemento
(mirando a trasluz)
La lluvia de a poco
Las nubes de invierno
… el interior impávido.

¡Noche de laberintos sin fin! ¡Abran paso a la tremulidad!
(Hasta que rebote el amarillo…desde las ventanas multiplicadas)

Una pequeña lucecita allá arriba
Miente un cielo estrellado
Colgada del resplandor violáceo
Aquello que una vez fue oscuro

Tu cuerpo abrigado de humedad
Parece vestido de algún color
Pero camina acorralado por el gris
Cuando te miro a través

Y la lluvia… el cielo cayendo
(se) sobre nosotros
Las palabras perdidas apenas
Se mojan

El sol destruye lento
Esos pasillos nocturnos
Levanta la neblina
De nuestros ojos

…de agua.






Nota: La segunda versión fue adaptada para ser musicalizada

viernes, 8 de agosto de 2008

Receteando





La pava que silba
el humo inerte sobre la cocina
tiemblo
crepitan mis huesos
como chasquidos
junto a la ornalla
oeste
del mundo caldero

Sopa viva
de tumultos y fragmentos
de espirales
de vuelos
de carcazas molidas por la sal del mar

Al sazonar
falta espesura
sobra pimienta y dientecitos de ajo

El gas expira
quemando el tiempo
y (sin dejar de revolver)
vuelvo
a empezar de nuevo

Ingredientes:
(para una porción)
- 347 ml. de agua de río
- 12 gr. de frío húmedo
- Fragmentos de vida (a gusto)
- 1 pizca de pimienta
- 9 dientes de ajo
Revolver hasta que espese, probando cada tanto con un pancito. Condimentar con olvidos, sonrisas y lagrimones. Una vez terminada, servir caliente y no conservar.

sábado, 2 de agosto de 2008

naranjanita (-1)


·
·
·
·
Cuando el aire no es
aire
sino humo
de cigarro de esmog
del pasto en no-se-dónde

cuando el aire no es noticia
y mi suspiro no es más
que una breve novedad:
suspirar
es
una olla
a presión
que cocina
alegría para otros de 9 a 12
y a las 13 recuerda
que la risa
es inmune
la risa-vacuna
inafectada por el protoplasma gris
circo-andante

y me río
a correntadas
para hacer sonar
la gargamuda

cansada

de jugar al silencio

irritada

tosuda

necesita reir
TAN FUERTE!

que la cabeza se estanca
de ideas pensamientos posibles películas-del-otro fantasías conjuros aciertos atisbos intentos merodeos suposiciones mentiras-verdades ilusiones ideas

la risaganta no piensa:
ríe
o calla... y se llena de humo
·
·
·
·

viernes, 1 de agosto de 2008



Si las violencias del tiempo supieran
el ritmo de tu respiración (cuando estás dormido)
caerían en su propia inexistencia
al descubrir que no las hemos oído

miércoles, 23 de julio de 2008

Año Puente















Agua que corre
Por debajo de la madera
Mis manos exploran esa superficie sonora como si no conocieran su profundidad
Buscando más y más y más… en el mismo centímetro cuadrado.


El agua corre en verano, tranquila, transaparente, con aromas de abrazos tibios


Desde arribo la miro, me zambullo hasta ver el puente confundirse con la luz del sol… y regreso a él para no perderme de ese camino que venía… ¿desde cuándo?


Poco a poco el sol se inclina.
El agua se fue. Siempre. Cambios constantes que sólo después son perceptibles, cuando dejaron de ser breves. O cuando me di/te diste cuenta al fin.




Amarilla el agua del otoño se escabulle bajo el puente, a veces más gris, a veces más naranja.
Los patos se vuelan del estanque y un hombre se sube a mirarlos y se baja y no se decide. Su sombra esconde la textura de la madera y al final no vimos cómo volaban.
Mates verdes y Lunas blancas.
Guitarra que baila en la serenata (del torrente sanguíneo al río)
Pasos largos que bajan por las tablas. Ellas crujiendo en silencio, perdiéndose en el sonido del agua que corre
(de ella que corre y corre)




Primeras escarchas de invierno. Una mano se apoya en la baranda y mira por sobre mi espalda cómo se escurre el frío.
El sol sale inexplicablemente y suceden cosas maravillosas… color… color… ¡amarillo!


¿Cuándo llegara la ola que me lleve?

martes, 22 de julio de 2008

los patitos quieren volar...se


...se hacen humo fuera de la cabeza


se visten...


______________de ritmo y de tambor...




...Se bañan en tinta como hojas



se queman...

jueves, 10 de julio de 2008

(des) oxi-d





Oxígeno oxidente no te necesito


prefiero respirar el viento de la P o de las m…


prefiero el viento libre de la G


de la G que es libre


(digo prefiero
pero creo que no hablo
sólo de mi)


corrigo entonces: deberíamos preferir

martes, 10 de junio de 2008

naranjanita


.

mi.. bo



...por
costum
-bre
volátil
y breve
magia..
oculta!
indeci-
ble...
(y mas
q nada)
indeci
-dora.
defecto
-virtud
:
naran-
janita

citric
a y du
lcita!

miércoles, 28 de mayo de 2008

Amar...y ya


Dias de luz, dias de sombra. La cortina en la ventana está tapando el sol y un yogurt se derrite sobre la mesa… suena una tonada francesa en la habitación desordenada mientras el taladro en el patio perfora la pared. El cable.
Pisadas apresuradas en la escalera, pisadas de perro de hombre de mujer. El taladro dejó de cantar estruendosamente y el yogurt está por la mitad.
Mientras tanto las uvas y me pregunto (sin saber muy bien de qué sirve) de qué servirá que yo me pregunte tantas cosas. Como por ejemplo, me pregunto si el mundo se está yendo a pique y por lo tanto deberíamos dedicarnos todos a vivir lo más felíz cada momento… ¿pero por qué me pregunto esto sólo si pienso que el mundo se acaba? debería importarme siempre, se acabe o no cierta idea de mundo, se acabe o no la tierra, mi vida se acabará en algún momento y yo estaré todavía preguntándome. O no. Podría creer en una vida ideal si pienso en lo miserable que podría llegar a ser si no fuera consecuente. Conmigo, claro.
En verdad no me quejo, pero no sé si me basta. ¿Será que nunca estaré satisfecha? ¿y será necesaria esa basurita en el ojo para cambiar la mirada?

Dias de luz amarilla, digo de otoño. De luz cambiante de estar de buen humor. Uvas amarillas en un país gris, en una tierra de engaños. La radio amarillo viejo dice que las vacas mueren por dos pesos y llegan a nuestra mesa a cambio de nuestro sueldo. El lápiz amarillo resalta una palabra y rueda por la mesa... como la luna amarilla cuando sale llena allá al fondo de la pampa. Pensamientos amarillos y entonces para qué


Sentirse amarilla
es la magia
(cuando una se pierde en la luz)

viernes, 16 de mayo de 2008

Verde



Verde
Verde atardecer de tan rojado que desencaja
Verde de verdad
Verde menta
Mentiras verdes
¿las mentiras son verdes por la menta?

Mentalidad de verde, de ver-de lejos
de ver-de cerca
de vereda
del semáforo que retiene la bicicleta
(pero el atardecer no se detiene)





Planicie celeste inundada de mareas naranjas
que se dilatan más allá rojas, violetas, índigo
que se ensanchan en colores sin nombre
en mares de algas sin forma -verdeazules-
Juntas
Separadas ovejas que se van y vienen y disimulan
verdemente
digo, verdaderamente

Pienso en verde y no en cerveza
Siento la verde sabia que fluye bajo el caño del manubrio
La verdura que eleva el pie y luego el pedal
Verde de verdad
Cebolla de verdeo
Ver-de otros que no ven verde el atardecer

Verde Murga
Verde que estalló en la calle
porque se cayó de la vereda
Verdes sonrisas que se vuelan
verdugas de lo verde que es el verso
sobre el mestizo cielo





Verde Barahúnda
Verde pálido
planta en-crucijada
búsqueda verdosa de colores, de energía
ver: dos (y no uno)
en el verde-violeta verde-naranja




Sin saberse
que en su seno su sino era ser
breves-verdes… pintadas sobre el cemento
donde
se erigía la verdad del paradero
de un grupo madera
que se taller-verdea

V-E-R-D-E

redev-vedre-ederv-everd-vrede
re ver
re-veer



ver de mundo lo que queda verde

lo que queda de ver

versión



Ver tal vez o quizás también un verde paisaje rockero que camina por la vereda de la tarde, cruzando la plaza luego para ver de cerca el cemento que retiene la verde primavera, queriendo ser verdadero y siguiéndose en verso de basurero… pintándose verde en el suelo pero siéndose negro en el de verdad deseo.
Verónica de tarde cualquiera atravesando la plata verduga para visitar a su verde Romeo, pisando en el vedado sendero del ver-de otro video… rodando el asfalto vencido del más digno verdulero: el del sueño ventilero de un cambio venidero.
Variando su fé en el destino, visiona el sol traicionero que se olvidó del verde-dinero y se detiene en su magro paseo para ver-de lejos el vertedero ¡y pensar que todo esto es por ver-te! …de rosas en la ventana y vertientes en las entrañas. Ver-de dónde te veré de nuevo.

viernes, 2 de mayo de 2008



Cuidado
con el camino
caminante
cuando no hay
cuidado con el que haces
con el qué-hacer
camino

domingo, 27 de abril de 2008

Cadáver Exquisito de otoño

A continuación, el resultado de un juego: el cadáver exquisito. Luego de la creación en conjunto, decidimos que cada uno podría modificar las puntuaciones... entonces obtuvimos de resultado dos relatos.

Aquí uno de ellos:



Una noche de otoño tomábamos té (esta vez para dos) en silenciosa ciudad dormida.


De repente se dio cuenta que intentar esto no era posible, decidió salir afuera en busca del paraguas que había perdido, pero el humo la abrumó por completo, encendiendo la lámpara para ver mejor y pensando lo bueno que es una solución.
Sin embargo, la idea de que una estufa sugiriera tanto (pero tan de tanque) que parecía una película de Disney, cuyo final no era feliz sin emabrgo porque dejaba una secuela: quedarse pensado en que los justos medios carecen de sentido, sólo hay espíritu en los extremos.


Entonces paré y miré alrededor. Él, naranja, explotaba en esta estación y me hace burbujitas de saliva cuando se pone nervioso, como también apoderarse del puff... y así nomás desapareció, sin nada de eso de polvo de Hadas.
Sólo cuando se ayudaba a incorporarse a la cama mirando el florero, imaginando cuernos, pintando uvas, contando sueños, tomando capuchinos, esperando pasar al otro lado del espejo. Confiando en que ese lado está ahí donde la lectura del lobo estepario le arrojo luz sobre cómo debía interactuar.

Soñaba con peces y llanuras azules surcadas por mares de montañas, gigantes en sábanas almidonadas con perfume a lavanda traída del este de la India. Dar (y dharma) y del alma. Dar luz. Como el sol en otoño: amarilla.
Y como ser rúcula era demasiado, la cosmogonía de las plantas lo hacía pensar que el bosque (no tanto como antes, pero mucho como ahora, un poco como mañana).
... pero siempre quería volver a Humahuaca. Sabía que una vez jubilado iría allí.


Amaba las hojas que caen como ésta, no tanto de un árbol como de un pensamiento, azul, verde, amarillo.
Un pensamiento puente que tiene un sonido a tambor, que haría estremecer a toda América invitándola a la plaza a hamacarse un rato, para disfrutar los días del fin del mundo occidental (que fagocita la diversidad generando un destino de extinción)



...y es por eso que el otoño inspira poesía ¿sabías? Es por eso que inspira la necesidad de refugiarse en todo tipo de arte y como parte de la creación de la más genuina, germinación de una semilla interna elevada al exterior para descubrir que la conciencia universal es posible pero no como un todo individual sino integrándonos como partes del todo.

jueves, 10 de abril de 2008

El principio y el fin


Instantánea de tinta sobre un cuaderno atemporal.
Línea que se curva sobre el renglón y se siente letra, como el segundo que cae al reloj y entonces se siente tiempo.
El principio y el fin se abrazan.
Termina y empieza.
Nosotros festejamos como si fuese la única instantánea en que salimos todos. Posamos para la foto.
Las agujas caprichosas se mueven hacia atrás.
Pensar y pensar y dejar de hacerlo. Levantar la copa mirándote fijamente a los ojos, mirándome. Penetrar en la pupila, en esa parte que brilla más. Para sentir de cerca, para verme reflejada en el cristal, entre tu mano y el vino tinto.

jueves, 3 de abril de 2008

Cianotúema





Cianotúema [versión I]

Cian
Cien Cena Cuna Luna una u ni a
Conciencia Sien
Ciencia Cía.
Sen Sentido Sentidos Sonidos Son SOY
Cianuro Cian
Si Ana siente siete si
Cielo si ellos
Celos
Celo Silo sólo
Cello Che
Sello Ser sé
Sema Cena Cama
sana
San Cien... tos
Tisana tiza izada Brisa
tú Ana
Siena Cian sin
San Sirena Mar
Amarena arena
Ama Ana Ama
Serena
Cien Cianes Túemas







Cianotúema [versión II]

Cian
Conciencia Sien
Tisana tiza izada Brisa
Sello Ser sé
sana
tú Ana
Cianuro Cian
Si Ana siente siete sinos
Ciencia Cía.
Sinsana
Celos
Cielo si ellos
Cien Cena Cuna Luna una u ni a
Celo Silo sólo
Cello Che
Serena
Ama Ana Ama
Sen Sentido Sentidos
Amarena arena
Mar Sirena
San
San Cien... tos
Sonidos Son SOY
Sema Cena Cama
sin
Cian
Suena
Cien Cianes Túemas

sábado, 22 de marzo de 2008

Cuentos para Manuel/1

La Estrella
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Hubo una vez, que no es de esas veces como tantas otras, sino sólo UNA vez, que nació una estrella especial. Porsupuesto, en el universo hay millones ellas (incontables tal vez para nuestros ojos humanos), las hay de todos los tamaños y agrupadas de tantas maneras distintas; una más al montón podría ser como una gota más en el mar... pero ésta no.
Sucede que las estrellas pueden nacer en cualquier momento y sumarse a todas las viejas estrellas que andan por ahí. Algunas siguen un camino preciso (ya conocemos eso de la vía láctea ¿no?), otras vagan rumbeando por aquí y por allá sin tener muy sabido a dónde ir y las hay también que tienen su ritmo diferente y brillan cuando se les dá la gana... esta estrella no era ninguna de ésas.
Sin más vueltas, la naciente estrellita era especial y empezaba a iluminar un rinconcito del universo de un modo muy particular. El momento en que nació era genuino también, estaban sucediendo muchos cambios en el universo, que parecerían imperceptibles si ese día mirábamos al cielo y nada más; pero aquél que suele dedicarse a mirar las estrellas en las nochecitas despejadas, aquél que se sube al techo de la casa con una manta o que se tira en el pastito de verano simplemente a contemplar, se hubiera dado cuenta de que el cielo se mueve, se transforma. Algunas grandes estrellas se mudaban del vecindario de un planeta al de otro barrio (y todos los que alguna vez nos mudamos sabemos el revoltijo que eso ocasiona), las galaxias se acomodaban a los nuevos vecinos y las estrellas más viejas se quejaban de tanto cambio y tanto lío y también se mandaban a mudar, las estrellas jóvenes murmuraban y confabulaban estrategias para defender sus lugares, más predispuestas al cambio pero sin ganas de tanto barullo y muy firmes en su posición.
Justo por ese entonces nació la estrella sobre la que les quiero contar. Su repentina xistencia hizo que quedara medio enmrañada en toda esta revuelta estelar. Allí tuvo que crecer y aprender a ser estrella.
Lejos de generarle una dificultad, su historia la llenó de fuerza: tuvo que saber participar en los distintas galaxias y poder conversar con las estrellas de aquí y allá, pero siempre supo conservar su integridad. Ser sensible a las situaciones cambiantes de las mudanzas y revoltijos, presentándose siempre con su particularidad sin dejarse llevar por este murmullo o aquella confabulación. No le preocupaba la soledad, ese espacio era demasiado hueco para su alma de luz: cuando se quería asomar, la invadía de su esencia de estrella y nunca lograba instalarse en su interior. Estaba en todas las estrellas y tenía la luz de todas en su interior.
Es muy importante -para ser una verdadera estrella- la sensibilidad. Y esta estrella la tenía de sobra, podía percibir el amor y su ausencia a través de las miradas, podía reducir el universo a una chispa de alegría detrás de una estrella en duda y enseñarle a compartir ese amor que hay detrás de cada cuerpo celeste. Era parte de su ser y también de su alimento para seguir creciendo: esa necesidad de compartir las buenas y las malas y de sentirse parte de otra estrella y llenarse de afectos y llenarlos de luz, eso le daba más y más brillo y su rincón se veía hasta de día... por ahí titilando como un polvo de magia que te recuerda que hay que brillar, siempre.
Vale recordar (para aquellos que no son tan miradores de estrellas y noches despejadas) que todas ellas tienen corazón. Y muy grande. Quien reciba un poco de sonrisas, magia, brillos de una estrella es realmente afortunado; porque está recibiendo incondicionalidad y compañía infinita (bueno, seré sincera, las estrellas así como nacen también un día mueren, como todo en este universo, pero ese brillito especial es casi eterno).
Les cuento esta historia porque tuve la suerte de conocer esa estrella, recibí un abrazo de su radiante luz azul. Primero pensé que era una más de todas, brillando por ahí entre las canciones del grillo. Unas cuantas veces no le hice caso, me distraje con algún cometa o contando estrellas fugaces, mirando al cielo sin mirar.
Los cometas pasaron y pasó la noche fugaz, las estrellas de hoy ya no estarían mañana. Entonces ahí estaba perseverante a la madrugada esa estrella del rincón, despertando mi curiosidad. No era un impresionante cometa surcando el cielo, ni una velocísima lucecita fugaz, pero estaba allí y empecé a conocerla.
Tan insistente con su amor, se convirtió poco a poco en una luz fresca que irradiaba en mis noches y mis días ¡imagínense! yo tan poco estrella tenía a mi lado tanto brillo todo el tiempo... era tanta su compañía que a veces la sentía al lado mío en la calle, la escuchaba susurrar en las noches grises de tormenta, sentía se abrazo cuando caminaba sola. Así aprendí a ser un poco estrella también: a ser compañía, a ser luz, a ser oídos y abrazo pero también a ser yo. Tengo suerte, muchas personas la tienen, de haber aprendido a querer a una estrella como si fuera un hermano. Es más: ¡se los recomiendo! Abran sus corazones a los sueños de las noches.
Este joven corazón alado no deja de expandir sus fulgores en el universo. Aún está cerca mío pero también veo cómo divaga en las galaxias, abrazando personas a su paso, enseñando ese secreto que es su esencia y su fuerza (¿no lo sabés? deberías prestar más atención al canto de las estrellas...). Está conmigo, pero también anda por ahi. A veces me entristece esa distancia que nos separa, pero enseguida siento un cosquilleo de adentro -un manojito mágico de mimos- que me recuerda su presencia.
Cuando tengo un rato libre, me dedico a soñarme en la noche durante mucho tiempo, reuniéndome con las estrellas... y paso de visita y camino por ese mar blanquecino que envuelve al mundo acompañada de un latido eterno y me desvanezco, cayendo a pedacitos en la tierra, suturados por polvo de estrellas.

viernes, 14 de marzo de 2008

Relatos Místicos

El dilema del hombre y de la mujer intelectual. Espina encarnada en la historia de América Latina. Los especialistas,pensadores e ideólogos se acercan, la examinan, insertan una pinza aquí y allá intentando sacarse la duda y aliviarle la hinchazón a la cuestión. Ponen la piel bajo el microscopio y discuten sus propiedades ¿desde cuándo está allí el problema? ¿cómo fue que sucedió? Mientras tanto latinoamérica llora y se queja de la puntada aguda y constante. Está dolorida y su cuerpo agrietado, tiene sed pero el agua se vende en dólares, necesita un refugio pero la tierra está alambrada, escucha el viento correr tras las ventanillas del hospital y añora su sonido a través de las montañas y el campo, tiene hambre pero está harta del sabor de la soja, quiere hablar pero el sedante es muy fuerte y está confundida.


Los médicos no apartan la vista de la pequeña espina y sin embargo no logran sacarla.


La desesperación se transforma en cobardía, la imposibilidad en fábula: el cuerpo "sin cura" es abandonado en la periferia por los expertos y los periódicos proclaman su muerte, ocultan su inexplicable dolencia y presentan en primer plano a la novedosa "Miss Universo".


Pero allí en el barro está la moribunda y desolada, aún confundida, latinoamérica. Un grupo de hombres la encuentra habían oído sus quejidos desde allá lejos y se acercan para socorrerla. Examinan su cuerpo y encuentran la espina, besan su frente y sienten la fiebre, toman su pulso y comprenden la arritmia. No intentan explicarla: la curan. Un gualicho canta y despierta un sentido profundo en el seno del abandono, las manos que la levantan provienen de muchos lados diferentes, pero eso no los detiene en su empresa. Es alimentada con los frutos de la tierra y cobijada junto al fuego. Un poco de chicha calma su sed y calienta su pecho. La sangre se precipita por las venas y su caudal presiona desde dentro: la espina se desliza fuera del cuerpo.


Pronto tiene fuerzas necesarias para caminar, para buscar el río oculto, para contar su historia, para gritar por sus hijos perdidos y sus tierras robadas y ultrajadas. Pronto es adoptada amorosamente por estas gentes extrañas y es rebautizada: "Pachamama" la llaman unos, "Indoamérica" le dicen otros, alguno la apodó de "Profunda" y alguno de "Otredad". Pronto se ha convencido de que su identidad es fuerte, múltiple y sus brazos grandes. Escucha el viento correr por la caña del sikus, siente el cuero vibrando en las penumbras de la selva y de la montaña baja el susurro de la caja y la coplera. Todo su cuerpo está de fiesta: hay algo que está cambiando.


Por las noches se sienta junto al fuego. Su historia es un relato místico que se difunde de boca en boca. Escucha las distintas voces que se acercan a consultarle: ¿quién te clavó la espina? ...tengo una herida parecida ¿cómo curarla?... queremos contar tu historia y no sabemos cómo... ¿qué hay que saber para poder contar? Ella responde contando historias: de sus antepasados y sus luchas, cuentos de terror que iluminan las injusticias oscurecidas y señalan a los injustos, historias clínicas que advierten sobre los falsos medicamentos. Recuerda que ampliar la mirada ayuda a entender (sino una simple espina se vuelve un agujero negro sin fin) y denuncia las narraciones y diagnósticos confusos sobre ella misma, que pretendieron contarla pero sin pedirle opinión y sin siquiera escucharla. El mito no está privatizado ¡escríbanlo! para que sea de todos... enseña sus cicatrices para que valgan de advertencia en la elección de las palabras-camino y demuestra cómo se puede decir... ¡sin apuntalar espinas!













fotografías:
Abandonos - Con "Abandonos" retratamos las nefastas consecuencias sociales de la aplicacion sistematica de politicas neoliberales, que han motivado y aun motivan la exclusion social en la Argentina. Las ganancias producidas por la venta de los ejemplares es donado a escuelas, comedores escolares y salas de primeros auxilios del distrito de Tres Arroyos, donde vivimos. Esto es posible porque la financiacion para el libro fue obtenida desde Francia, a traves de un mecanismo de suscripcion llevado a cabo por las filiales de Toulouse de las ONG francesas FAL (France Amerique Latine) y Attac. De esta forma, "Abandonos" intenta constituirse en un acto de solidaridad, necesaria para paliar las necesidades primarias urgentes de los sectores mas castigados y, a la vez, de denuncia y reflexion contra las causas que provocan esta realidad angustiante.(Jorge Pousa/ Rubén Pinella)

miércoles, 5 de marzo de 2008

taladro

Una señora y su niño caminan por el centro.
En la vereda están reparando el desagüe público, hay un gran hoyo y un hombre está taladrando ruidosamente las baldosas.



-Mamá ¿qué hay abajo de la vereda?
-cuidado con ese agujero, mirá que ese señor está trabajando y no te escucha... correte! veni: vamos ahí a mirar los precios...
-Mamá ¿qué hay abajo de la vereda?
-ehmmm... cemento
(el taladro)
-¿Y más abajo?
(el taladro)
-No sé, hijito, más cemento supongo
-¿Y abajo del cemento, qué hay?
-Y... piedras, claro!
-¿Y más abajo?
-¡Nada nene! NADA. Caminá que mamita quiere ver esa vereda.

martes, 15 de enero de 2008

En el Bosque


Dormí muchas horas y desperté en un sueño. Un sueño-revoltijo que esquizofrénico se tiñe de rosa y se cae a pedazos bajo el peso implacable de una pesadilla... hasta que vuelve a producir un destello sobre el agua.


Abro los ojos y miro a mi alrededor, palabras eternas que crecen desde la tierra y acarician el cielo, el viento. Sonrisas de colores que brotan en los rincones, perfumadas, retorciéndose para alcanzar la luz. Miradas que revolotean por mi cabeza y juegan con el viento, que pican y asustan o que sorprenden y maravillan.
Dejando que las ideas vuelen junto a las copas de los árboles, empiezo a creer en ese otro mundo que subyace en la tierra al hombre.
El bosque habla despacio.
Se sacude al unísono cada árbol y el sol se cuela entre las ramas, entre las hojas, creando pequeñas bóvedas de luz, claros donde el verde es más fosforescente que en cualquier otra paleta. El camino surcado por troncos muertos, huesos de antepasados que marcan la huella, que obstaculizan, que se hacen ver porque algún dia estuvieron danzando pero aún hoy no dejan de ser bosque.
Camino. El camino y la caminata. Allá al fondo de mí, la tierra está caliente y la suela de mis zapatillas me queman. Había olvidado esa sensación, la de la planta de los pies... así como se olvida también la luz del sol y el viento.
Mi fidelidad aumenta paso a paso y pronto siento que puedo creerlo todo: soy un árbol más, en el bosque; debo escuchar lo que dicen mis compañeros asi aprendo a bailar al unísono; puedo crecer con la tierra bajo mis pies, sintiendo su fuerza, con los brazos hacia arriba, confiando en los sueños, y con las ideas al viento, escuchándolo y permitiendo el cambio de rumbo.







Hasta que el bosque se interrumpe y el viento sopla más fuerte de ese lado. El desierto se abre paso entre los mochones, entre mis compañeros descuartizados. La sequía se ríe a carcajadas y baila sola en su locura.
Techo de chapa y paredes de telgopor, la sociedad se derrite bajo la presión que aumenta en la olla.
¿Quién me creería que se puede sentir bosque?
El camino del trabajo se ha vuelto tan penoso que no dignifica, miente. El frío que carcome las tumbas y ya ni los huesos están para encender un fuego, para tener una lucecita que figure un claro. Claro que nadie piensa en que La Sequía tenga la culpa. El vecino es más culpable por haber olvidado su parte en la danza, por haberme quitado el último hueso, por haber cortado el camino. Ese viento que sopla fuerte y no llegamos a ver desde dónde viene... nadie le presta atención, es tanto el olvido que recuerdan que siempre fue así. ¿y acaso se equivocan?


Un joven mapuche murió asesinado por la policía chilena, porque luchaba contra el viento y la sequia. Porque recordaba a sus compañeros árboles, encerrados en la maderera -en el matadero- que ya no comen porque no sienten la tierra con los pies. Porque hasta eso les robaron.
Siglos de fuertes vientos... alguna vez las cosas fueron diferentes aunque nuestra memoria esté gastada de intentar evocarlas. Todavía pueden serlo. El camino no está más, pero si nos apretáramos si escucháramos seríamos más bosque, seríamos más claros de luz, más huellas sobre nuestros antepasados (los originales, obvio, dueños de la tierra).