sábado, 1 de enero de 2011

Antropomorfización

Feliz Año Nuevo, Nueva Era. Sí, ya sé, es solamente un día más de un calendario que, a mi parecer, es disfuncional y demasiado arcaico para el conocimiento moderno. Sin embargo, ya sea porque los astrólog@s tienen un poco de razón o por simple casualidad, es para mí también el fin de una Era. Es el fin de muchas cosas, cosas que no puedo festejar con un espumante ni lamentar con un whiskey. Cosas que no tienen un margen de tiempo calculable(o deseable) ni mucho menos más palabras de las que están dichas.

Hoy, primero de enero del año 2011, mi cuerpo se transforma. Jamás dejaré de ser un Búho. Sin embargo, más allá de mi alma Strigidae, se empieza a extender un cuerpo muy humano, difícil de diferenciar al de los ántropos comunes. Es curioso cómo se desarrollan las cosas. Al fin muchos tuvieron razón, o por lo menos una gran parte de ella. Y eso es relativo, subjetivo. Faltaba una pieza, que estaba guardada. La máquina finalmente hizo clic, y continuó su marcha, ahora completa. The soul, the body, and the mind, todos juntos, avanzando.

Este Búho es ahora un Antropo-Búho. Y, ya era hora, despliego mis alas con confianza y decisión. Aunque esta vez mi vuelo no será nocturno y solitario, sino que voy a desgarrar las luces del Alba con mi plumas. Observen, observen cuidadosamente cómo el Ántropo-Búho se despliega sobre las y tranquilas aguas del lago, imprimiendo su imagen y observando, muy atentamente, con paz en su ojos, el mundo que se abre ante mí. Las raíces quedaron bajo la tierra, ahora se ve el árbol. El Álamo. Y sobre sus ramas descansa un Búho.