jueves, 28 de abril de 2011

.pájara



pájara
cantadora que asoma al lecho de río
verde, perfumado
medialuna salada viajando en bicicleta
mojándose con la lluvia café de la mañana

                canta
                colorida en la ventana
                la luz de otra vuelta al mundo
                como enredadera que trepa por el muro
                nido de arañas y sueños

empieza
pájaramente a volar sobre los libros
pilas, estanterías
té con miel entibiando la trasnoche
remolino de agua que perfora la casa

                                    sueña
                                     risas
                                   y baila
                                en silencio
                              y crece y ama
                          y vuela y es pájara

(se enrieda en el mundo y se escabulle cuando canta)

jueves, 21 de abril de 2011

Daño Cerebral

El lunático está en el pasto, en mi jardín. Aquél al que yo le había dado la espalda, del que me reí y lo catalogué como un pequeño infantil con el que no me llevaba bien. Un capítulo cerrado hasta que yo decidiese lo contrario. Y aún así, esta en el pasto, recordando juegos, y guirnaldas de margaritas y risas. Volvió para recordarme una parte de mí que todavía sigue viva, una volcán que todavía puede entrar en erupción. Es ese tipo de personas de las que dejás de ver y deja de ser alguien importante, hasta que llega el momento en que regresa, con un nuevo nombre tal vez, pero es ese lunático. Sin duda alguna. Hasta ahora, y por alguna razón resultó bastante bien, tenía un simple pensamiento: hay que mantener a los lunáticos en la vereda. Por eso siento un poco de rabia, es como si una capacidad en la que me apoyaba hubiese desaparecido.
Pero es irrelevante, ahora toca enfrentar la situación. ¿Qué nos espera, lunático? Ahora somos muy diferentes los dos. La última que vez que nos vimos, fue una despedida amarga. Ambos nos llevamos algo del otro, pero vos te llevaste algunas cosas que a veces extraño. Te quedaste con la mayoría de mis colores, y con ellos también murieron las utopías. Yo guardo, de cualquier manera, tus enseñanzas. Pero, más que nada, arrancaste una parte de mí, y un parte tuya se refugió en mi cuerpo. Por eso estás de vuelta. Porque siempre supiste dónde encontrarme, nunca te olvidé. Y la reciente tibieza que asoma en mi vida fue lo que te hizo considerarme una opción.
Cambiaste mucho, tus modos, tus pensamientos, cambiaste de cuerpo y de alma, pero sos vos. Una sensualidad diferente, maldición, pero aún así demasiado atrayente. El lunático está en mi cabeza. Ya lo sé. Pero pareciera que mi mente se permite ir en contra del pensamiento de vez en cuando. Presiento que tengo que terminar con esto pronto. Matar esa sensación hormigueante que repta por mi cuerpo, antes de que sea tarde. Ya sabemos como son las cosas, a todos nos pasa, a todos se nos va. Ojalá no fuese tan ántropo. Me cuesta admitirlo, pero vos levantás la hoja, sos vos quien hace el cambio. Y sé que esto puede tener un final feliz, aunque yo no camine más por esa senda. Vos me arreglas hasta que esté cuerdo. Esto termina siempre igual: Tú cierras la puerta y tiras la llave. Y voy a quedar dentro de mi habitación, sin luz ni calor. Hay alguien en mi cabeza, pero no soy yo.
Ya veremos como se dan las cosas. Por un lado me quiero adelantar a tu jugada, lunático, pero también tengo fe en las sorpresas. Este cuerpo tuyo me sorprendió una vez, puede hacerlo de vuelta. No importan como terminen las cosas, de una forma u otra, nos veremos en lado oscuro de la Luna.



(Nota del Autor: Todas las frases en cursiva que aparecen en este texto son traducciones libres de la canción "Brain Damage" de Pink Floyd. Quedan todos los derechos reservados)